jueves, 9 de febrero de 2017

Arte abstracto, como Juan por su casa

Hubo hasta quien pintó la sala para recibir al “invitado”. Lástima que sea solo eso, un invitado. Si se pudiera quedar…
El hijo de Marlenis, soñando con una estancia más larga, inquirió: “¿Cuánto costará? Deberíamos preguntar”. Y la hija  de Maritza, vía Facebook, admiró la maravilla que ahora recibe los amigos en su hogar cubano. “Mami, ¡qué lindo!”, le escribió.
Tanto Marlenis Riquenes Rojas como Maritza Ledea Peña andan como sus párvulos, encantadas. “Estoy feliz con la idea. Yo dije que si necesitaban, quitaba hasta el televisor. No quiero que me los lleven”, cuenta la segunda, quien desde enero ofrece a las clientas de su peluquería el valor agregado de un minuto de arte.
La primera por su lado, maestra de profesión, habla de lo que tanto conoce, el valor de educar. “Somos incultos en esta manifestación, tenemos la oportunidad de aprender”, concluye.

La alegría de los vecinos de la calle Tomás González, reparto Primero, en esta ciudad capital, tiene un único culpable: el proyecto Arte en Casa, la más reciente iniciativa de La Cruzada, grupo de pintores abstractos tuneros, nacido en el 2005, que exalta las potencialidades de esa vertiente. Ahora sus seguidores decidieron colgar cuadros en las moradas de los vecinos. 
Al frente de la empresa marcha un hombre que sabe de los pesares de la vida. La retinosis pigmentaria lo alejó de los temas costumbristas en sus lienzos, los guajiros de sombreros transparentes y los gallos en el verdor de la campiña. Contra la enfermedad lucha y va venciendo, le ayuda la expresión abstracta y su voluntad de ser un creador en el total sentido de la palabra. Hablamos de Roberto Reyes, quien por saber de pérdidas, entiende muy bien el valor de influir en bien en los demás.
“Cuando se hace una exposición, en la apertura va público a la galería, es un espacio vivo, puede que hasta lo sea también algunas jornadas posteriores, pero después es como si muriera. Si sacamos las obras de allí y hacemos que vayan a la gente y no a la inversa, jamás habrá tiempo malo.

“Empezamos la idea en mi barrio y todos la han acogido muy bien. Ahora mismo 10 artistas exponen aquí y la intención es que el proyecto rote por otras zonas y se convierta en una reanimación cultural en cada sitio donde vaya, con presentaciones de talentos en distintas fechas. En la inauguración  estuvieron cantantes y poetas,  y pasó lo que yo quería, el intercambio entre los pintores y el pueblo, sobre sus motivaciones y maneras de expresarse. Hubo buena química”, cuenta Roberto.
Arte en Casa comienza a recibir asesoría del Centro de Intercambio y Referencia-Iniciativa Comunitaria (Cieric) y aprovecha para perfilar rutas y cimas, con sus esencias muy claras.
“El sueño de muchas personas es tener una obra de arte en casa. Nosotros lo cumplimos y resulta bueno verlas mostrar con orgullo las pinturas y hasta les toman cariño. Esas piezas decoran un lugar importante para la familia, como lo puede ser la sala.
“Hay que sacar a la gente de su rutina, su estatismo -recalca Reyes-, es una manera de hablarle de cerca, de influir en su recinto más familiar”.
El 15 de febrero sucederá la clausura con varios invitados. Cuando marchen los lienzos a otra geografía local, algunos vecinos quedarán tristes. Les faltará en su pared aquellas entrañables manchas de colores y texturas, en cuyas sinuosas formas hallaron significados, gestos, mensajes. Fueron libres. 

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