jueves, 28 de enero de 2016

La “infidencia” de Nelton



En tres líneas los libros de Historia resumen la estancia de José Martí en la finca El Abra, de la entonces Isla de Pinos, luego de su salida del presidio político y a la espera de la deportación. Se sabe muy poco de esos dos meses y cinco días. ¿Qué pudo o no pasar?
Nelton Pérez, poeta pinero y narrador manatiense, como gusta nombrarse, no quiso quedar varado entre incógnitas y fue a buscar respuestas con su novela Infidente, ganadora del Premio Alejo Carpentier 2015. No hablamos de cualquier contesta, es la suya, la de un fabulador, de ahí que se invente ese tiempo del muchacho que estaba por convertirse en el hijo más universal de Cuba.
Aquí está su Martí, lo descubre y comparte con los lectores. Alejándose de la fiebre realista que padece la literatura nacional, no teme lo que otros, ficcionar con una personalidad histórica. Y lo hace a partir de la investigación profunda, al punto de atreverse a simular el jugo espirituoso del lenguaje martiano en cartas apócrifas, que están entre lo más estremecedor de la obra.
Para narrar se sirve del plano centrado en El Maestro, y de otro que muestra a un estudiante universitario en los años 80, interesado en hacer su tesis sobre dicha estadía. A su alrededor laten acontecimientos como los sucesos del Mariel, los cuales le imponen intensas reflexiones.
Tras presentarse Infidente en la librería local Fulgencio Oroz, La Rendija dialoga con el autor que nació en Manatí y de alguna manera nunca se ha ido, aunque desde adolescente vive en la Isla de la Juventud.

martes, 19 de enero de 2016

Hijo del destino y la Historia

Nació en pleno Batey, de manos de su papá creció en el central y el azúcar nunca fue solo un grano cristalino. La gramínea le creció dentro como filosofía de existencia, como prenda que viaja en su pecho de hombre sencillo.
Las Matemáticas y él nunca se llevaron muy bien, ¡ah! pero la Historia, ella sí le escuchaba sus cuitas. Entonces decidió unir los caminos, abandonó la carrera de Ingeniería Agrónoma en tercer año, y empezó de nuevo.
“Si quería escribir, y yo lo deseaba mucho, tenía que mejorar mi ortografía, por eso escogí Licenciatura en Español-Literatura”, cuenta Omar Villafruela a pocos minutos de haber obtenido por la obra de la vida el Premio Provincial de Investigación Cultural 2015, entregado el 7 de enero último.
Muy joven entendió el papel de la industria azucarera en los anales de Cuba, y en esos trazos de tiempo comenzó a encontrar a su pueblo, Chaparra. Empezaron a salir los textos, y se coronó como el Historiador de aquella comarca dulce.
“Soy un cronista de mi época- expresa arrolladoramente convencido, y sabemos que dice la verdad-. En cualquier lugar, por pequeño que sea, pueden nacer hombres valiosos y ocurrir un hecho trascendente”.
A esas marcas de heroísmo y singularidad permanece atento, y le ha contado a  la Isla de cuando Jesús Menéndez estuvo en su poblado, de la presencia de dos chaparreros entre los expedicionarios del Granma (Efigenio Ameijeiras y Cándido González  Morales), más una larga lista de sucesos ocurridos en el sitio que lo vio venir al mundo.

martes, 12 de enero de 2016

Píter y su viaje al infinito


Quién sabe qué número inusitado debe estar preparando ahora; el de la eternidad no es, porque ese lo hizo aquí, frente a nosotros, desde su llegada a Las Tunas en los años 70 del pasado siglo. Venía de combatir en las tropas guerrilleras del Escambray, probar suerte como artista en centros nocturnos de La Habana y escalar la Sierra Maestra al volante de una librería móvil.

Había nacido el 28 de enero de 1934 en Guasimal, Sancti Spíritus, pero Santiago de Cuba lo abrazó de joven y más tarde la dicha le tocó al Balcón de Oriente, donde a finales de los 80 fundó la escuela de la que brotaría la compañía Huracán Mágico, para más tarde darle vida al Festival Ánfora.

Tales “culpas” bastaron para volverlo infinito, así que debe ser un truco diferente el que lo mantiene ensimismado; uno divertido, alucinante, complejo, para nuevamente rompernos la cabeza descubriendo el enigma. Donde esté, es su manera de bendecirnos. ¡Eso maestro! No nos deje desamparados, mire que aquí hay mucho por hacer todavía. 

Recuerdo la primera vez que entré a su hogar y descubrí en lo alto el letrero: “La magia para mí es como el aire que respiro”. ¿Quién tatúa las paredes así? Alguien que quiere gritar a los cuatro vientos el fuego que lo aviva, no desea callar, no puede, como mismo nada le impidió irse de casa a los 14 cuando un circo anduvo por su pueblo espirituano. 

viernes, 8 de enero de 2016

¿Darle a la gente lo que quiere?

¿Es importante que nos preocupemos por los videos insulsos, llenos de carros lujosos y letras de poca monta, que hoy proyecta el Café Bohemio, en esta ciudad, mientras los usuarios consumen? ¿Consideramos relevante que la programación artística de la Noche Tunera anda carente de apoyo?
Pudiéramos pensar que esos elementos constituyen pequeñas cosas, y lo son quizás al lado de los bajos salarios, los avatares familiares y tantísimos temas más. Sin embargo, recordemos que muchas veces si se juntan diminutos sucesos, pueden convertirse en grandes notas.
Aquí las consecuencias estarían en torno al gusto estético del público, y la defensa de valores musicales cubanos y de la localidad, específicamente. Ejemplos como los anteriores fueron expuestos durante el Balance de Cultura en el territorio, celebrado en días recientes, y en cuyo debate destacó el asunto de la calidad de lo que ofertan las instituciones del sector.
En ese universo, salen a la luz casos de erróneos enfoques por falta de gestión, sensibilidad y conocimiento, indistintamente, de quienes dirigen las instalaciones; y otras muestras casadas con la total inactividad, escudándose en un presupuesto que sin dudas es más que escaso, pero ya lo hemos alertado anteriormente, a juicio nuestro y de lo dicho en el cónclave de marras, vale más hacer tres actividades buenas en el mes, que 10 invisibles.